jueves, 26 de septiembre de 2013

Disfrutando del Ultra Cavalls de Vent desde la organización

Cuando desde la organización de Cavalls de Vent me propusieron responsabilizarme del control de material, acepté porque siendo árbitro de carreras de montaña de la Federación Catalana, considero que controlar el material del corredor forma parte de su seguridad y porque sé que sería una tarea transparente y respetuosa, es decir,  se haría el control a todos los corredores, desde el primero hasta el último.

Ahora que ya ha pasado, considero que ha estado una gran experiencia, aunque sé que algunos de los corredores desclasificados no han estado de acuerdo con nuestra decisión cuando fueron expulsados por no llevar algún ítem considerado como obligatorio.

Se hizo control a todos los corredores en Bellver, y de forma aleatoria y con sentido común, en Prat d’Aguiló, Sant Martí y en la llegada. Entiendo, porque soy corredora, que es duro que a un corredor se le desclasifique en el quilómetro 86 o incluso en la llegada, o yendo 6º en la clasificación, pero es francamente inaceptable que un corredor vaya sin frontal, manta térmica, cortavientos, impermeable… Cuando se había avisado por todos los medios posibles cuál sería el material obligatorio. Escuché muchas excusas pero ninguna válida como para poder obviar un reglamento 100% consensuado por todas las personas implicadas en la organización y cuerpos de seguridad.

También me pareció fatal alguna trampa que vi de algún corredor cuando algún acompañante le facilitaba parte del material antes de pasar el control…. Una competición deportiva no es un patio de colegio, hay un reglamento y los participantes son mayores de edad. Esta situación de incomprensión respecto al reglamento no pasa en carreras de Suiza, Francia... o como he podido comprobar, en el resto del mundo. Es cierto que en la mayoría de carreras de larga distancia, hay lista de material obligatorio pero únicamente unas pocas lo piden, y si lo hacen, es sólo en la salida. Si vas a una carrera has de cumplir el reglamento, y si no te gusta, busca otra prueba porque hoy en día el calendario está sobresaturado y hay variedad donde elegir.

Prefiero no extenderme más y si comentar que es una gran carrera, que la salida es mítica y espectacular, y la llegada digna de pisar, genial marcaje, avituallamientos, protocolo de seguridad, atención al corredor… en fin, chapeau que existan carreras así! Un placer haber formado parte de este equipo!

Un placer encontrarme en Bellver, con amigos como Kako y Eva, Emma Roca con sus peques, o Gerard, organizador del Ultra Trail de Andorra, entre otras muchas personas.

Y mil gracias a todos los que la  compartimos, un gran equipo de trabajo! :)

Pd. Algunas imágenes:


Entrega dorsales (viernes)



Salida
Control de Bellver, todo preprarado

Gerard, organizador del Ultra de Andorra

Podio femenino absoluto
Podio femenino y masculino
Podio masculino absoluto
Amb l'Esther, amiga i també "controller" de material,
 a l'stand de Salomon


lunes, 16 de septiembre de 2013

14-15 septiembre ULTRA RIALP MATXICOTS EXTREM 82km 6.000m positivos



Es la 3ª vez que vuelvo a una carrera organizada por Txema y Montse, y todo su equipo, y la sensación es igual de positiva! Chapeau a la organización, como corredor te sientes “querido y cuidado” por la organización y con ganas de volver al año siguiente.

Ésta era mi 2ª edición de la Rialp Matxicots Extrem pero este mes de enero también participé en la cronoescalada de raquetas en Port Ainé organizada por ellos y genial! Y con podio incluido!! :)

El año pasado no pude participar porque estaba en la expedición al Campo Base del Everest y este año esperé a última hora a apuntarme por trabajo y al final todo salió redondo.  Compartimos un fin de semana con un grupo de amigos y lo disfrutamos al máximo! :)

Joan, un compi de Ultras se ofreció a poner la casa para un grupo de amigos que corríamos la carrera y genial! Estábamos a 5km de La Pobla y a unos 35’ de Rialp, perfecto!

La carrera empezaba a las 5.30 del sábado y salía de Rialp, después de una gran cena el viernes ya todos juntos comentado y compartiendo experiencias, a dormir “pronto” para volver a sentarnos a desayunar a las 4.00 am, y 4.30 para Rialp.

La temperatura era suave y la previsión de meteo era de lluvia para el domingo, lo cual era de agradecer porque ya tuve bastante agua la otra vez.

Salíamos unos 180 corredores de la distancia larga, los de la distancia Maratón salían una hora más tarde, a las 6.30.

Salida de la carrera en el pueblo de Rialp

Viendo el perfil y pensando en la experiencia anterior ya sabía que el principio sería dura, y así fue, primero trotando y de repente empezó a enfilarse, variando la intensidad pero siempre mirando hacia arriba, después de casi 1 hora y media, con respiración acelerada, intentando mantener el ritmo, el frontal ya sobraba, el sol asomaba en medio de un cielo azul brillante y todo cogía color, precioso… esta carrera, sobretodo esta parte, tiene unos paisajes espectaculares, lo que hacía que la dureza de la prueba quedase un poco más dilatada…



Aunque no la escondía del todo… salías de 775m y subías al primer pico, Montsent de Pallars, a 2.883. 


Me junté un rato con Jesús, uno de los amigos que estábamos en la casa, y fuimos avanzando paso a paso, comentando la jugada, hasta que la respiración incluso hacía imposible entrelazar dos palabras seguidas y la única opción era seguir avanzando por la empinada pared, sobre todo cuando ya veías cerca el final. Jesús avanzó más rápido y yo intentaba no dejarme llevar por las malas sensaciones, notaba que no estaba al 100% y me faltaba potencia, estaba sufriendo más de lo normal, pero no había tiempo para lamentarse, sino para no desistir y mirar al objetivo con ganas de comértelo. 


Y así fue como después de un rato de sensaciones agónicas llegué arriba, lo mejor fue cuando a pocos metro oí que gritaban mi nombre desde la cima, qué ilusión!!!! 


Estaban de control Mireia y Jaume, una gran pareja, y Massa, todos 3 grandes amigos y compis de aventuras. 


Un par de fotos rápidas saboreando el gran paisaje y para abajo, ya recordaba que el tramo que venía ahora no era “fruto de mi devoción” pero bueno, a bajarlo lo mejor posible y no pensar en las piedras que abarcaban todo el terreno, tocaba bajar hasta 2.700 casi, allí estaba Joan haciendo de control, y volver a subir a 2.862, el Montorroio. Como la anterior vez, esta subida fue menos dura dentro de la dureza en sí.


De nuevo bajada de locura, pero con la ayuda de paisajes increíbles y alguna risa con algún corredor y algún resbalón fue pasando y genial, llegaba el avituallamiento, y allí estaba Txema, amigo y organizador de la prueba, y más conocidos, un placer correr entre amigos.

Bajada del Montorroio
Aproveché para comer algo rápido, sacar piedras y enseguida en camino de nuevo, ahora las sensaciones eran buenísimas, de satisfacción: gran esfuerzo físico + relax posterior + estómago lleno para seguir afrontando km’s! ;) La peor parte de la carrera ya estaba hecha, era cuestión de no bajar el ritmo.

Ahora íbamos mezclados corredores de la Extrem con corredores de la Maratón.

Tocaba subir un poco por pista y luego bastante bajada y más bajada, dónde aproveché a trotar para recuperar tiempo. Hasta el control de Escàs, km 32.6, dónde de nuevo tocaba empezar a subir. En ese control me dijeron que habían abandonado muchos corredores. 

Comí algo y para arriba, tenía ganas de llegar ya a la mitad de la prueba. El calor apretaba y tocaba hidratar bien. Y sube sube sube…. Se hizo larga pero buenas sensaciones, hasta que de nuevo bajada, que más o menos podías avanzar rápido, control en el pueblo de Surp, unos frutos secos y a seguir bajando, faltaba poquísimo para llegar a la mitad de la carrera y que los caminos de corredores se separasen, los de Maratón ya casi llegaban a su destino.
Un tramo de asfalto que fui trotando bastante rápido para pasarlo rápido y por fin, Barraca dels Caçadors, km 41,54, mitad de la carrera casi! :)) y allí estaba una gran amiga esperándome, Eva, qué ilusión! Es la pareja de un gran crack y amigo también, David “Kako”, que hacía unos días había quedado clasificado en el puesto 21 del Tor de Geants!!! :)

Mientras comía un plato de pasta compartí unas risas con Eva y me fue genial! Allí estaba de nuevo Jesús y  ya se juntó conmigo y salimos juntos. Eva nos acompañó un trozo y ya se fue y nosotros seguimos para arriba, teníamos unos 500m de subida más un sube-baja continuo, luego bajada larga y muy pesada en el último tramo por las piedras y entonces sí, llegaba la última y mítica, la subida al Hotel de Port Ainé, para luego subir al Pic de l’Orri.


Era una subida que la otra vez hice completamente sola y de noche y la recordaba pesada porque ibas haciendo S’s de forma continua y tenías la sensación que no acababa nunca… esta vez estaba segura que iría mejor, me encontraba mejor y al ir con Jesús seguro que nos iríamos animándonos el uno al otro. Jesús se encontraba un poco mal del estómago pero iba haciendo. Pasamos el pueblo de Roní ya subiendo con unos voluntarios muy ambles en el control y ya afrontábamos la “parte dura”, poco a poco pero sin pausa, íbamos con tiempo y de momento todavía aguantaba la luz del día.

Íbamos completamente solos hacía ya mucho rato hasta que nos avanzó un chico con buen ritmo.

Después de más de una hora de subida paramos a encender el frontal, y aproveché para sacar el móvil y encenderlo… sí, lo reconozco, es como una droga leer los mensajes de ánimo, me van genial para seguir adelante en la carrera con ilusión y cargar pilas rápidamente! ;) 

Y seguimos subiendo… en un control que había a la mitad dónde había dos mossos nos comentaron que el chico que nos había pasado no llevaba pilas de frontal y que quizás nos lo encontrábamos más adelante porque nos esperaba para venirse con nosotros,  y así fue, lo vimos sentando en una piedra. Le dijimos que se pusiera entre los dos para que fuese más cómodo. Y aunque se hizo un poco largo llegamos a la carretera, el chico nos dijo que iba a abandonar, no se veía con fuerzas para continuar, y fue entonces cuando llamó su pareja que estaba esperándole en el Hotel que le dijo que habían cortado la subida al Pic de l’Orri por niebla y que no podríamos subir los últimos 300m, no me lo podía creer, qué gafe soy! Ni en la anterior Rialp Matxicots Extrem pude subir por lluvia ni en la cronoescalada de raquetas por nieve… la 3ª vez!! Jeje…!! 

Pero bueno, nos quedábamos sin esos últimos metros al Pic de l’Orri… 

Al llegar al hotel había muy buen ambiente, voluntarios, policía de montaña, médicos, corredores avituallándose y otros que habían decidido dejar la carrera… nosotros comimos nos abrigamos y para abajo, quedaban 16km y prácticamente eran de bajada, menos algún sube-baja.

Subimos hasta 2.100 y allí ya estaba Txema que con risas me dijo que lo sentía pero que no podía subir! Qué lástima! Noche con cielo raso  y luna potente, pero el Pic de l’Orri tenía justo encima una densa nieve…

Pues para abajo, costó un poco entrar en calor pero poco a poco lo conseguimos porque entramos en una zona de “campo a través” saltando troncos y piedras… al rato de ir bajando se nos juntó un chico, nos dijo que era el encargado de cerrar de la carrera… no me lo podía creer!! Éramos los últimos, los corredores que venían detrás habían decido dejarlo… pero estábamos tranquilos porque íbamos con tiempo de sobras y contentos por haber estado entre los que no habían tirado la toalla, me dijeron que era la 8ª chica… así que ya estaba contenta!

Se hicieron bastante largos los 16km… pasamos por dos controles… pista, sendero y más pista y sendero… Jesús le entró un poco de sueño y yo empezaba a sufrir por molestias en el pie pero sabía que la queja era gratuita y no servía de nada… piloto automático y a seguir, se notaba esos sí el madrugón de las 3 de la mañana del día anterior… y entre pensamiento y reflexión… y las primeras gotas de agua… llegábamos a Rialp bajo el arco de llagada y aplausos de organización y amigos, qué ilusión!! Muy satisfecha y felizzzzzzz! Entre los 99 finishers!! :)

Obsequio de la carrera, chulísimo! camiseta y manguitos para los Finishers! 

Gracias a todos los compis que la hemos compartido y como he dicho al empezar, a la genial organización de la carrera! I’ll return! ;)

Pd. (y a los que siempre estáis ahí apoyándome! :)) )

jueves, 5 de septiembre de 2013

30 - 2 septiembre 2013: Ultra-Trail du Mont-Blanc 168km 9.600m + (acabaron siendo 77km 4.249m + )

(BSO de esta carrera http://www.youtube.com/watch?v=RBumgq5yVrA ;) )


Siempre he confiado más en la fuerza de mi cabeza que en la de mis piernas, que ha sabido llevarme a todas las metas que he deseado, pero esta vez, por primera vez, cuando mi cuerpo dijo “basta”, mi menté le siguió, no fue capaz de luchar, hizo un intento fallido pero enseguida se dio la vuelta…

La gente que me conoce bien sabe que Chamonix forma parte de mi vida, una parte importante, cuando estoy allí me siento como en casa, o incluso mejor, y el Ultra-Trail du Mont-Blanc es la carrera estrella del lugar, de Europa, y una de las más reconocidas a nivel mundial, lo que hace que corran participantes de más de 60 países de todo el mundo.

Lo más mágico es la salida con su música y el ambiente… y la llegada por sus calles repletas de gente, animándote como al primero, gritando tu nombre, y ese trofeo en forma de chaleco que te dan a la llegada, normalmente la directora de la carrera, Catherine Poletti, a quien tuve el gusto de visitar en su casa una Navidad.

Esas calles antes de cruzar la meta y ese chaleco me lo puse por 1ª vez en 2009 cuando hice la CCC, que hablando de distancias, es la mitad del UTMB. En 2010, me quedé fuera de sorteo del UTMB, y me apunté a la TDS, y por mal tiempo, anularon todas las pruebas, y sólo se celebró la “UTMB reprise” que también me obsequió con el chaleco de Finisher y esa felicidad tan grande.

En 2011 tuve plaza para el UTMB, y por cuestiones meteorológicas, se acortó las horas para finalizar la carrera, y yo aposté por esperar a un amigo que iba lesionado, y en el km 112 me quedé fuera de control por 3 minutos y no me dejaron continuar.

En 2012 me quedé fuera del sorteo para el UTMB, renuncié a la plaza de la TDS, y así tener plaza este año, y así fue como este año he podido volver a tener la oportunidad de estar en la línea de salida…

Llegué a Chamonix el día antes de la carrera (primer error), con otros amigos que también la corrían, y fue una alegría enorme pisar ese lugar, ver esa montaña mágica, el ambiente que se respira, los muchos amigos que encuentras por las calles… por los pelos pudimos coger el dorsal y al apartamento que este año compartía con Roque y Josep, y sus familias y amigos, que me habían acogido muy bien! 

Recogiendo dorsal

Cena y a dormir, llevaba toda la semana durmiendo muy poco y esa noche me costó mucho también, no paraba de darle vueltas a todo.

Lo primero que vi al despertarme y abrir los ojos :)

La carrera empezaba al día siguiente a las 16.30, con lo cuál aproveché la mañana para dar una vuelta por el Salón del Ultra y ver a diferentes amigos. Algunos autóctonos de Chamonix y otros que como yo, estaban allí venidos de diferentes partes del mundo con la ilusión de correr la prueba madre.


Y unas horas antes para el apartamento al ritual habitual: comer, descansar y ponerse el “traje de fiesta” ;)

A diferencia de años anteriores, el sol brillaba con fuerza en medio de un cielo azul brillante, lo que añadía cierto grado de “comodidad”, en 2010 y 2011 recuerdo lluvia, nieve, temperaturas negativas, barro, agua por la rodilla….

Los nervios iban y venían, pero una vez en la salida, con la melodía de fondo que hace que la piel se te ponga de gallina y te sientas muy afortunado por estar allí, los nervios desaparecieron y daban paso a la concentración, al esfuerzo, al saber gestionar cuerpo y mente…

Imágenes de lo que mis ojos vieron sintieron en la salida: http://youtu.be/hUBErm_WBjA

Salimos Roque, Josep, Julián, Christophe y yo. Roque y Josep ya tienen muchísima experiencia en larga distancia y  tienen ya algunos chalecos de finisher, ideal, íbamos al ritmo que ellos habían marcado en años anteriores para tener una referencia, siempre de menos a más, son muchos quilómetros y se han de gestionar bien.



Los primeros controles de tiempo eran justos así que no podías entretenerte. Al paso de cada control apenas parábamos, escasos minutos para beber agua, llenar bidones, coger algo de comer y para fuera… y así sucesivamente.



Algo que diferencia esta carrera del resto es toda la gente que hay animando a lo largo del recorrido. Además, la familia de Roque y Josep nos animaban muchísimo en cada control
Íbamos pasando a gente y yo me notaba que íbamos a tope pero no avanzábamos mucho porque seguíamos llegando muy justos de tiempo a los controles. Lo que nos hacía ver muy claro que todos los corredores que pasábamos, muchos de ellos ya se quedarían fuera de control. Era muy sorprendente ver también corredores en tan mal estado tan pronto.




Tomamos con alegría la llegada de la noche, nos pusimos el frontal, algo de abrigo y a seguir tirando. Roque marcaba el ritmo.

La noche era clara, cielo estrellado, buena temperatura.

Al salir de Chapieux nos pusimos el cortavientos. Fue ya subiendo a Col de la Seigne que noté que no estaba bien, iba muy cansada, no tiraba y seguíamos como al principio, con poco margen de tiempo antes de cerrar los controles. Buff qué me pasaba? Control de la diabetes era perfecto desde el inicio de la carrera así que la respuesta no era difícil: falta de entreno en altura desde que volví en junio de competir en China y falta de descanso los días previos…

Bajamos rápido del Col de la Seigne y empezaba a amanecer antes de llegar al control de Lac Combal, km 64.1, y los paisajes eran espectaculares. 


De nuevo control, tiempo justo para seguir, el control de Courmayeur cerraba a las 11.00, allí estaba nuestra bolsa, y esperaba llegar con tiempo para comer y cambiarme de ropa, quedaba todavía una subida corta pero intensa y la larga bajada a Courmayeur, unos 13km. Courmayeur ha sido siempre el meridiano de la prueba.



Me alegraba sentir el helicóptero de Didier sobrevolando encima nuestro intentando captar las mejores imágenes de la carrera, esas que luego sirven para que nos emocionemos al verlas y que otros se enamoren en la distancia.



Cara de sueño... ;)
Y aquí empezó la peor parte. Me costaba la subida a l’Arête du Mont-Favre pero dónde sufrí más fue en la última bajada antes de llegar a Courmayeur, tiempo justo, ellos tiraron pero yo no podía, y llegué con 20’ antes de cerrasen, cambio de camiseta y calcetines, cogí algún gel y térmica seca para la noche pero enseguida me echaron del pabellón porque cerraban a la noche y no me dio tiempo ni de comer… buff me sentía agobiada, cansada…  me encontré a Paco M. y a Blas en la salida y me animaron pero estaba allí en medio de la calle ordenando la mochila, atándome las bambas… y me sentía débil, había todavía muchos corredores por allí… 

No era normal que con 80km y 4.300m positivos ya hechos me sintiera así…

Al final más o menos salí pero no me iba convencida, sabía lo que quedaba y se me hacía una montaña, no tenía fuerza… en 2011 salí de Courmayeur “con ganas de comerme el mundo”, iba muy bien entrenada a diferencia de esta vez… empecé a subir para Bertone bajo un sol brillante, hablé con algún corredor catalán, y empecé a cruzarme a corredores que se daban la vuelta, yo avanzaba a poco a poco, y veía que no iba sola, había más corredores como yo, pero echaba de menos el ánimo de Roque y el resto, me senté en una piedra, primer momento de debilidad, se me pasó por la cabeza darme la vuelta, pero me levanté y volví de nuevo pero me di cuenta que la carrera había acabado, mi cuerpo no tenía fuerza y mi cabeza estaba cediendo… vi a un corredor alemán que venía de cara, le pregunté si abandonaba, me dijo que sí, que sentía molestias, y dije “yo también”, y aquí fue donde creo que fallé, quizás, y casi seguro que si hubiese pasado este bache podría haberme recuperado y acabar… no lo sabré nunca… y tampoco vale la pena mirar atrás para arrepentirse, sólo para analizar y aprender.

Junto con otros corredores que también habían abandonado esperamos el autobús, llamé a mis padres para que no se preocupasen porque me iban siguiendo por Internet… y fue cuando mi padre me dijo que ya veía que no iba bien por los tiempos. Justo me llamó mi gran amigo Patrick, el seguía en carrera pero no lo tenía muy claro…y llegué a Chamonix cansada y triste, recogí la bolsa y de camino me crucé con varios amigos que me animaron, y al apartamento, con pocas ganas de pensar ni de sentir… ducha y a dormir…. No tenía ganas de hablar con nadie, llegué a pensar que no servía para este deporte y que quizás había llegado a mi tope y debía dejarlo.

Sí que me alegró saber que Miguel Heras esta vez lo había conseguido y había llegado 2º y Núria y Emma, 2ª y 3ª respectivamente.

A la noche me desperté cuando llegaron M.Alba y Esther y me dijeron que ellos estaban bien y seguían en carrera, me alegraba muchísimo. Al día siguiente me desperté escuchando los aplausos de la gente y la voz del speaker que anunciaba la llegada de más finishers… todavía estaba bastante hundida pero fui a recibir a mis amigos, y me animó muchísmo también estar con amigos que habían por allí. Y ver que tenía muchos amigos que a pesar de no estar allí conmigo, me habían enviado muchos mensajes de ánimo y  apoyo.



En la entrega de premios fue un placer ver en el podio a grandes corredores, entre ellos Miguel, Núria, Emma, Arnau…! Increíbles! 


Y ese ambiente que es imposible ver en otra prueba… y la llegada de los últimos corredores, no hay diferencia de edad, ni sexo ni bandera, todos pueden llegar, esforzándose hasta el último minuto…


Y a disfrutar las horas que quedaban en Chamonix… era duro ver por las calles a todos los corredores que llevaban el chaleco de Finisher pero poco a poco me fui animando para volverlo a intentar, para no rendirme…


Y hoy, días después, cuando ya sé claramente qué falló y sobretodo que no me rendiré y que este deporte y todo lo que le rodea a día de hoy forma parte de mi vida, sé que lo volveré a intentar, ¿Cuándo? No lo sé, sigo con una larga lista de sueños ;)

Mil gracias a todos los que sin estar allí me habéis seguido y animado, es algo que me llena muchísimo, y a todos los que lo compartimos in situ: mis geniales compis de carrera (Roque, Josep, Julián y Christophe) y sus familias, mis grandes amigos argentinos Patrick y Juan Ricardo y Edelweis, Didier mi gran amigo de Chamonix y genial director de la película del UTMB,  Pau (y el apoyo de Salomon-Suunto), Quim F., Carlos Ultrarun, "els meus amics de km’s i aventures" (Paco R., Esteve, Berta, Blas, XaviT., Ramon, Paco M., Dolo…)… y más amigos que nos vimos por allí.


Lo bonito es que para los amigos siempre eres Finisher :)) gràciessssssss! :))

Life goes on, yeahhhhhhhh! :)


Pd. ;P
Mon lieu, je l'aime


Everest Base Camp (September 2012)